lunes, 24 de enero de 2011

La paciencia


“No puedes forzar la apertura de una flor,
pues si lo intentaras, destruirías la belleza
y la perfección de esa flor debido a tu impaciencia.

HAY UN TIEMPO PRECISO PARA CADA COSA…”

Eileen Caddy

sábado, 22 de enero de 2011

...una cuestión de actitud


La pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 78 años, completamente vestida cada mañana a las 8 en punto, con su cabello arreglado a la moda y el maquillaje perfectamente aplicado, se muda hoy a un asilo. Lo que motivó la mudanza fue la muerte reciente de su esposo a los 80.
Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del nuevo asilo, sonrió dulcemente, cuando se le dijo que su cuarto estaba listo.
Mientras se desplazaba con su andador hacia el elevador, le dieron una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.
"Me encanta", afirmó, con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de entregar una nueva mascota.
"Sra. Jones, no ha visto el cuarto, espere".
"Eso no importa", respondió. La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto, no depende de cómo estén arreglados los muebles, depende de cómo arregle mi mente."
"Ya he decidido que me gusta. Es una decisión que hago cada mañana, cuando me levanto. Puedo elegir: pasar el día en la cama, repasando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las que sí funcionan".

"Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos pensaré en el nuevo día y en los recuerdos felices que he almacenado en mi vida".

domingo, 16 de enero de 2011

Aquel día aprendí


Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos,

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien Amigo.

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una filosofía de vida.

Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar.........ahora simplemente duermo para soñar

viernes, 14 de enero de 2011

La mariposa azul

 
Había una vez un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas; alguna de ellas, él sabía responder, otras no.
El pretendía ofrecerles la mejor educación, por tanto mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina. El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar. Impacientes las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.
Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio. “¿Qué vas a hacer?”-Preguntó la hermana, a lo cual le respondió: “Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta” “Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que esta viva la apretaré y la aplastaré. Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡Será una respuesta equivocada!”.
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando. -“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio ¿está viva o muerta?”.
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió: “Depende de ti… Ella está en tus manos.”
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debes de culpar a nadie cuando algo falle: somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos (o no conquistamos). Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul… Nos toca a nosotros escoger que hacer con ella.

jueves, 13 de enero de 2011

¿Cuántas veces tenemos que caernos para levantarnos y ver que solo hemos tropezado?



En la vida hay muchas piedras en el camino. A veces son solo pequeñas piedrecillas que se meten en los zapatos y molestan y a veces son pedruscos plantados en medio de nuestro camino y no hay más remedio que tropezar para caer y ensuciarse de barro.
Quizás es el destino o quizás Dios o la energía del origen del origen, llámalo como quieras, que de vez en cuando nos mete palos en las ruedas de nuestra bicicleta, pero hay que tener en cuenta que, en cada uno de los baches de nuestro camino podemos aprovechar para sacarle brillo a nuestro espíritu de superación. El poder de decidir, sí, decidir cuándo, cómo y dónde se va a solucionar nuestro malestar con el mundo. Ese poder solo lo tenemos nosotros. El poder de decidir nuestra actitud ante los acontecimientos es únicamente nuestro.
El mundo está lleno de personas maravillosas, gente dispuesta a darlo todo, capaz de sacarnos esa sonrisa y de hacerlo todo más llevadero. Mientras no las conoces crees que tu vida no puede cambiar y que todo seguirá igual, pero siempre hay alguien que puede prestarte su ayuda. Hoy, desde aquí doy gracias a estas personas porque son las que permiten que siga mi camino y que  además lo haga con una sonrisa.
Nadie es dueño de otra vida que la  suya propia y, puedes ser tu ángel o tu verdugo según te lo propongas. Cuando todo se ve oscuro y no ves una salida clara o cuando sabes que hay luz más allá del túnel recuerda que eres tu propia locomotora, que sólo ayudándote a ti mismo podrás solucionar tus problemas. Si no depende de ti haz todo lo que puedas para que así sea y tira hacia adelante, que la vida es HOY y AHORA.
Y aunque intentar está bien, hacerlo está mucho mejor, así que por ti mismo y por los que te quieren, ponte en marcha y no te pares. No mires hacia atrás ni para coger carrerilla. No te lamentes de lo que te pasó, ni de lo que te pasa, alégrate de todo lo que has aprendido  y sigues aprendiendo cada día y piensa que lo mejor… todavía está por llegar.

Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.” – Martin Luther King