sábado, 30 de abril de 2011

¡ SIMPLIFICA Y CRECE !

¿Os habéis dado cuenta de cómo nos complicamos la vida con complejidades que no tienen nada de natural?¿Por qué tenemos la dichosa costumbre de pensar en la decimosexta decisión cuando todavía no hemos sobrepasado la primera?

Crecer, en cualquier sentido o dirección, es un proceso complejo, pero como cualquier proceso humano, suele construirse sobre cimientos relativamente sencillos. Es más fácil alcanzar un objetivo cuando no lo complicamos con tareas excesivas que nos dispersan y confunden.
 
Haz tu camino más fácil, más simple,llena tu vida de sencillez. 
Aquel que puede alegrarse por el descubrimiento de un brote en un árbol del jardín, probablemente no necesite millones de euros en la cuenta corriente y no se pasará media vida obsesionado por engordarla, malgastando la otra media en elucubrar medidas para que no le roben.

Es cierto, el dinero puede permitirme muchas experiencias, incluso algunas felices, pero lo importante es poder sentarme aquí y ahora, sin preocupaciones y caer en la cuenta de la enorme suerte que supone, simple y llanamente, estar.
 
Aceptar la vida, con sus momentos de penuria, de grandeza, de riqueza, de salud, de enfermedad es simplemente enraizar con la verdadera naturaleza de la existencia y cuanto más enraizados estemos, más fácil será darnos cuenta de que la felicidad no es un ente externo y mágico que se encuentre en algún lejano lugar, sino que simplemente es una decisión que tenemos que tomar, a cada instante, en cada lugar, en toda circunstancia.
 
 
 

miércoles, 27 de abril de 2011

El color de mis próximas cortinas.

Hacer cambios en la vida, realizar repentinos giros y emprender nuevas situaciones es algo que afrontamos en algún momento.
A veces, esas variaciones se producen sin más. Pero en otras ocasiones eres tú quien decide emprender una innovación. La decisión no ha sido fácil y te has tomado tu tiempo para madurarla.
Algunas personas, las menos, lo dejan todo e inician una aventura radical y diferente que la mayoría de sus familiares no aprobarán y algunos de sus amigos no entenderán jamás.
Otros, la mayoría, son mucho menos atrevidos y cuando saben que necesitan un vaivén pintan la casa de otros tonos e incluso se permiten el despilfarro de seleccionar nuevas cortinas.

Pero cuando pretendemos estar seguros, los cambios nos intimidan. Nuestra situación de aparente comodidad nos inyecta una especie de halo que decide algo así como: “ten cuidado porque podrías estar peor”.

La pregunta que debemos hacernos es: cuánto podemos aguantar hasta que descubramos que cambiar las cortinas de la casa no nos resulta, en absoluto, suficiente.

En este intering de la vida, donde las tomas de decisiones son constantes y en la cual podemos experimentar que algo no acaba de llenarnos pero que tampoco estamos tan mal como para preocuparnos, yo hice dos descubrimientos: el primero, que si tenemos el sentimiento de que todo puede ser un asco nos debemos agarrar a todo lo que nos llena de satisfacción. El segundo, que los parches que ponemos en nuestra día a día para hacernos sentir bien a nosotros mismos pueden ser la auténtica chispa de la vida. Así que, según esto, quizá las evoluciones necesarias para alcanzar la felicidad no se produzcan nunca, pero puede que podamos vivir acogidos a esa “chispa de la vida” ignorando todo lo demás y construyendo un caparazón en torno a todo aquello que nos daña.
 
Yo afrontaré los cambios. Tomé una decisión que quiero llevar hasta el final. Y mi decisión me liberará de ciertas ataduras. No sé bien qué traerá consigo. Lo único que por ahora sé es que, en mi nueva situación, no elegiré ningún tipo de cortinas…

Constancia, paciencia, perseverancia...

Es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien. De acuerdo con la tradición filosófica, "es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre no se deja dominar por él".

Aristóteles en sus Éticas alude a esta virtud como equilibrio entre emociones extremas o punto medio: metriopatía. Con ella se consigue sobreponerse a las emociones fuertes generadas por las desgracias o aflicciones. Para ello es necesario un entrenamiento práctico ante el asedio de los dolores y tristezas de la vida.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que a las cosas que no dependan estrictamente de uno hay que darles tiempo.


No había oído nunca la palabra metriopatia pero siempre he dicho que..."La virtud se encuentra en el término medio", y "La paciencia es la mare de tota la ciencia".

miércoles, 13 de abril de 2011

Echar de menos...

Echar de menos
es sentir el alma disolviéndose en el aire.
Es abrir los ojos y de golpe no ver nada.
Estirar las manos hasta el cielo y no tocar.

Echar de menos
es quemarse la razón con los recuerdos.
Sonreír de pronto sin tener ningún motivo
o llorar como una niña en el silencio.

Morir un poco cada día, y sin embargo
seguir viviendo, alimentándome del tiempo.
Es no encontrar hogar en ningún sitio.

Echar de menos
es coger con la ilusión cientos de aviones.
Saber que se te espera en mil lugares.
Querer vivir, tal vez, doscientas vidas.

Echar de menos
es despertarse, y no querer abrir los ojos.
Es guardar tu voz bajo llave.
Es mirar hacia atrás, y estar tan cerca...que me duele de pronto acostumbrarme.
No saber dónde estás, qué estás haciendo...

Echar de menos... es dudar que nadie pueda ya entenderme...es seguir caminando sin ti
como un tren entre la niebla cuando todo el mundo duerme.

Perque no hi ha día que no et recorde.

martes, 12 de abril de 2011

EL SABOR DE LA VIDA


El sabor de la vida… no importa a quién le preguntes… ¿te dará un sabor
diferente? Todo depende de la forma de vivir del hombre… pero ¿dónde
está el verdadero sabor de la vida? Cuando el hombre se mira en el
espejo ve los ojos aburridos de un pobre hombre… de una pobre mujer…
cuando te miras al espejo quieres cambiar el color de tu cabello… o
quieres cambiar tu nariz…


Para conocer la vida simplemente hay que vivir… la vida es vivir...



la vida no es un objeto, la vida es un proceso. La vida es un nectar que
hay que aprender a saborear… No hay forma de conocer lo que es la vida
más que viviendo, estando vivo, fluyendo, saboreandolo todo con ella. Si
buscas el significado de la vida en algún dogma, en una determinada
filosofía, en una teología, ten por seguro que te perderás en luchas y
discordias intelectuales…. el intelecto no puede reconocer lo que es la vida…

El intelecto no puede conocer el sabor de la vida y su significado. La
vida no te está esperando en ninguna parte, la vida es algo que te
sucede, está viva y te muestra los misterios de estar vivo.
La vida no se encuentra en el futuro como una meta que hay de alcanzar,
está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la
circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que
seas es tu vida… si te pones a buscar significados en otra parte, te
perderás la oportunidad de conocer el sabor de la vida…

lunes, 4 de abril de 2011

¿Qué es la Abrazoterapia?



abrazo de amigas

La Abrazoterapia es una más de las muchas herramientas, que la sabiduría de la Naturaleza nos ha regalado.





¿En qué se basa la Abrazoterapia?
El fundamento científico del alto poder terapéutico del abrazo, queda marcadamente de manifiesto en el gesto de la madre cuando toma a su hijo y, al igual que en el alumbramiento o cuando le amamanta, su cerebro se encuentra segregando la maravillosa hormona de la oxitocina, conocida por ser la hormona del "apego". Gracias a ella, el bebe se siente unido a su madre y resguardado de todo peligro.
Pero todavía hay más, en el acto del abrazo no solamente actúa la oxitocina, sino que también, el abrazo activa en el cerebro la liberación de serotonina y dopamina, por lo que resulta fácilmente entendible la razón por la que experimentamos una maravillosa sensación de bienestar, sedación, armonía y plenitud en el momento del abrazo.

¡Recuperemos el poder terapéutico del abrazo!

Sin embargo y a pesar de estas maravillosas razones fisiológicas, cuando hablo de Abrazoterapia, lo hago pensando en los abrazos como herramientas fundamentales del lenguaje no verbal.
Este maravilloso lenguaje que no conoce de idiomas, que comunica desde la diversidad y sin distinciones, con una alta eficacia las emociones que experimenta nuestro cuerpo y, que nuestros sentimientos quieren transmitir.




"Un abrazo expresa más que 1.000 palabras"

Probada está la utilidad de los abrazos en todas aquellas situaciones en que sobran las palabras o no logramos encontrar las adecuadas. Los abrazos que desconocen los límites del tiempo y el espacio. No tienen plazo de caducidad, pues basta con cerrar los ojos y mirar en el cajón de los recuerdos, para evocar "aquel" maravilloso momento, y así poder revivir plenamente la sensación del abrazo auténtico.

Con abrazos se tejen abrigos para el almaResulta altamente interesante, la paradoja situación de que para abrazar, no hacen falta brazos; es posible abrazar con la palabra, con la mirada, con un perfume, una melodía y es posible también abrazar/se a las esquivas olas del mar, a la caricia del viento, la tibieza del sol, la dureza de la piedra o a la savia del árbol...
Toda la naturaleza se encuentra ávida de ser abrazada y dispuesta permanentemente a prodigarse a nosotros en un abrazo integrador en sintonía con el Universo.
El abrazo más que una aptitud es una actitud, una posición frente a la vida.
Podría decirse que estamos refiriéndonos a una forma de ver, a una filosofía de vida.
Es el preguntarnos: de qué forma me estoy relacionando conmigo mism@ y por lo tanto, de qué forma estoy relacionándome con el mundo.
Cuál es mi percepción de la vida...
Porque implica también la responsabilidad de asumirnos como co-creadores de nuestra realidad. En todo momento.


¡UN GRAN ABRAZO!

domingo, 3 de abril de 2011

Así es la vida.


En la vida, hay veces que deseamos cosas... y las conseguimos.
Pero también hay veces que, por mas que persigamos algo con todas nuestras fuerzas o incluso lo necesitemos muchísimo, no hay forma de conseguirlo.
A veces deseamos darnos un fabuloso baño jugando con el agua bajo el sol del verano y ...¡lo conseguimos!
Pero otras veces -precisamente cuando más nos gustaría hacerlo-, pillamos un molesto resfriado que nos obliga a cambiar de planes. Así es la vida.
A veces, deseamos que nos hagan el regalo que más ilusión nos hace y...¡lo conseguimos!
Pero otras veces, cuando más convencidos estamos de que lo que vamos a recibir, nos regalan justo lo que menos nos podía ilusionar, o ni siquiera eso: nada. Así es la vida.
A veces deseamos ser la mar de guapos, de listos, de divertidos y agradables con la gente y ... ¡lo conseguimos!
Pero otras veces tenemos el día tonto y nos sentimos torpes, horribles, estamos de mal humor, nos ponemos desagradables o metemos la pata. Así es la vida.
A veces deseamos que alguien nos quiera mucho mucho, que nos cuide, que nos mime y ... ¡lo conseguimos!
Pero otras veces, precisamente cuando más estamos necesitándolo, no aparece nadie y nos sentimos muy muy solos. Así es la vida.
A veces deseamos ver recompensado ese gran esfuerzo que hemos hecho y... ¡lo conseguimos!
Pero otras veces, en el último momento de nuestro largo esfuerzo, ocurre algo inesperado y ya nada sale como queríamos. Así es la vida.
A veces desearíamos que lo más agradable y hermoso que nos está ocurriendo, no se terminara jamás. Pero todo -lo mejor, lo peor y lo regular-, un día se acaba y las cosas cambian. Así es la vida.
Siempre deseamos que las personas a las que queremos no desaparezcan nunca.
Pero siempre ocurre que, tarde o temprano, todos dejamos esta vida. Algunos desaparecen cuando ya son muy viejitos, otros cuando aún son jóvenes e incluso otros, cuando todavía son niños. Así es la vida. (Y la muerte).
Pero si un molesto resfriado no te permite el baño, quizá sea el momento de descubrir lo bien que sabes pintar.
Y si te han hecho el regalo más espantoso e inútil del mundo, quizá consigas poner a prueba tu ingenio y convertir en útiles los trastos más inservibles.
Y si un día te sientes torpe, horrible, de mal humor, desagradable y metepatas, quizá estés en la situación ideal para quedarte un ratito a solas y aprender a hablar contigo.
Y si, cuando más estás necesitando los mimos y cuidados de esa persona, resulta que no aparece, quizá puedas escribirle la mejor carta de tu vida.
Y si después de un enorme esfuerzo ocurre lo inesperado; si aquello tan agradable y hermoso sale mal o se termina y todo cambia, quizá en el cambio te encuentres con cosas nuevas, diferentes, pero igualmente agradables, hermosas y además por estrenar.
Y si te ocurre que una persona a la que quieres muere, quizá necesites llorar, sentir dolor, tristeza y hasta una rabia feroz; pero después, tal vez encuentres el más amable lugar donde colocar a esa persona en tu memoria. Y, seguramente, desde ese lugar te acompañará siempre.
Cuando aun poniendo nuestras mejores intenciones, las cosas no salen como deseamos, quizá tengamos que pegarle una patada de rabia, dolor o tristeza a la vida y dejarla como un puzzle desmontado. Seguro que después encontramos otra forma de montarlo.
Así es la vida y...¡NO NOS LA PODEMOS PERDER!

sábado, 2 de abril de 2011

Cuenta la leyenda...

...que en la antigua China existía la creencia de que todas las personas y sus circunstancias estaban unidas entre sí por un HILO ROJO que se podía torcer, enredar o tensarse, pero nunca romperse. Un hilo rojo invisible como nexo entre aquello que está destinado a encontrarse a pesar del tiempo y el espacio.

¿No es una bonita leyenda?...según esto todas las personas que se cruzan con nosotros en nuestra vida tienen una razón de ser. Esto puede ayudar a ver que nos aporta cada persona para entender su presencia. Si aplicamos este principio, también podremos expresar nuestra gratitud por tener a esas personas en nuestra vida.