jueves, 19 de mayo de 2011

Las lecciones

Todas las experiencias que tenemos nos enseñan una lección.
 
La experiencia personal la construye cada uno. Construir significa crear, construir significa empezar, y si algo nos descubren los fracasos, las caídas, los contratiempos y las frustraciones es precisamente aquello que podemos cambiar en el presente.

El aprendizaje es inevitable, es una conquista personal e intransferible.
En los momentos de turbación es muy consolador pensar que simplemente hay que dejarse llevar para entender lo bueno que nos está esperando. Incluso es un buen pensamiento, cuando no me siento con fuerzas para nada, cuando las circunstancias son adversas, cualquier rayo de luz puede alimentar nuestra esperanza y eso es bueno. Pero la esperanza que brota hay que alimentarla de compromiso, compromiso personal conmigo mismo.

Cambiar significa admitir que me equivoqué, lo importante es admitir que tenemos una segunda oportunidad. Por eso la vida da tantas vueltas, porque en todas y cada una de las circunstancias el mango de nuestra vida está únicamente en nuestras propias manos; ni el futuro, ni el pasado, ni la personalidad, ni mis pensamientos, ni los otros…Nadie excepto YO tiene la capacidad y la responsabilidad de caminar hacia mis objetivos. En primer lugar, porque nadie mejor que nosotros mismos para saber lo que queremos. Quienes aprenden esto, son capaces de ver las maravillas de la vida y pueden exclamar: “¡Ahora lo entiendo!” Los que no…En fin, los que no siempre tendrán otra oportunidad para aprenderlo.

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