miércoles, 9 de febrero de 2011

El cuento del sapito

¿Es difícil ir contracorriente?
¿Alguna vez cuando haces algo diferente al entorno te sientes incomprendido e incluso presionado para dejarlo y volver a la manada?
¿Surgen dudas cuando tenemos que elegir entre nuestro corazón y el riesgo, y lo convencional y seguro?

Personalmente creo que las respuestas a esas preguntas es SÍ y el antídoto es:

Hacer como este sapo...

Érase una vez una carrera de sapos en el país de los sapos. El objetivo consistía en llegar a lo alto de una gran torre que se encontraba en aquel lugar. Todo estaba preparado y una gran multitud se reunió para vibrar y gritar por todos los participantes.
En su momento se dio la salida y todos los sapos comenzaron a saltar. Pero como la multitud no creía que nadie llegara a la cima de aquella torre pues ciertamente, era muy alta, todo lo que se escuchaba era: “no lo van a conseguir“, “qué lástima, está muy alto, es muy difícil, no lo van a conseguir“.
Así la mayoría de los sapitos empezaron a desistir. Pero había uno que persistía, pese a todo, y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando: “es muy difícil, no lo van a conseguir“, y todos los sapitos se estaban dando por vencidos, excepto uno que seguía y seguía tranquilo cada vez con más fuerza.
Finalmente fue el único que llegó a la cima con todo su esfuerzo. Cuando fue proclamado vencedor muchos fueron a hablar con él y a preguntarle como había conseguido llegar al final y alcanzar semejante proeza. Cual sería le sorpresa de todos los presentes al darse cuenta que este sapito era sordo.
Sé siempre sordo cuando alguien duda de tus sueños.

Es hora de que elijamos la sordera consciente y que cada uno haga lo que le corresponda y le dicte su interior.

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