lunes, 2 de enero de 2012

La interpretación de la realidad.

Un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con él, y lamentar su desgracia, el labrador les replicó: «¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?». Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?». Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota le dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?


Hacernos conscientes de que continuamente estamos dando sentido a la realidad que percibimos es la mejor herramienta de la que disponemos para vivir mejor. ¿Qué tal si hoy mismo, para empezar, decidimos interpretar todos los acontecimientos del día a favor nuestro porque así lo hemos decidido? Prueba hoy, no tienes nada que perder.

La alquimia siempre es un proceso interior, transformar vulgar metal en preciado oro requiere tomar la responsabilidad de nuestras vidas en todos sus aspectos, y la paciencia de forjarnos siendo responsables de nuestras emociones y pensamientos, haciéndolos conscientes. El primer paso es recordar que EL SENTIDO LO PONES TÚ.

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