sábado, 5 de noviembre de 2011

Vacaciones mentales

Pasar las vacaciones en un sitio paradisiaco no impide que el cerebro se fugue a septiembre y adelante la vuelta al trabajo. Para remediarlo, lo mejor es viajar a través de uno mismo en lugar de confiar en que la mente se relaje por el mero hecho de desplazarse a otro punto.
Investigaciones recientes, como las realizadas por Alex Pentland, director académico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Boston (EE.UU.), arrojan la escalofriante conclusión de que el cerebro humano se inclina en un 80% de los casos por decisiones rutinarias con tal de gastar el mínimo de energía posible. Es decir, los seres humanos acostumbran a ser tan repetitivos y predecibles que rehúsan actuar sin guión y pautan el tiempo libre como si fuera un día laboral.

“Una aproximación a las vacaciones mentales podría consistir en romper algunos patrones automáticos de pensamiento para conectar con lo más profundo de uno mismo y conseguir que afloren cosas nuevas con las que ampliar el mapa mental”.
“En la práctica, viajar a través de uno mismo da mejor resultado que desplazarse físicamente a otro lugar”.

“Vacaciones mentales consisten en dejar de pensar exclusivamente con el cerebro y escuchar también al corazón”.

“Para que la mente logre descansar es preciso poner los cinco sentidos en el momento en el que se vive (es decir, en cada minuto de las vacaciones), de modo que todos los interrogantes sobre cosas que se han hecho en el pasado o que pueden llegar a suceder en el futuro no tomen forma”.
“El inconsciente es un inquilino sabihondo que se aloja en la mente, que reclama su lugar y que, en la medida en que desciframos su saber, nos puede proporcionar vacaciones mentales en cualquier época del año”. La cuestión puede que no sea tanto pedir la Luna (o viajar a Marte) como aprovechar las vacaciones para descubrir que hay otros mundos posibles, mucho más cercanos de lo que parece.

Tres billetes de ida para que el cerebro viaje:1- “Un primer paso para tener vacaciones mentales es levantarse por la mañana y desconocer de qué modo transcurrirá el día. O lo que es lo mismo, fluir en la dirección que marque el corazón, haciendo lo que apetezca en cada momento”, aconseja Mertxe Pasamontes, coach y especialista en inteligencia emocional.

2-“Poner los cinco sentidos en un hobby contribuye a apartar de la mente cualquier otro tipo de pensamiento. En ese sentido, la clave no reside tanto en lo que se hace, sino en la actitud con la que se lleva a cabo”, sugiere el filósofo Jordi Pigem.

3-“Atreverse a realizar cualquier actividad que inspire algún tipo de resistencia, sea cantar en un karaoke o cualquier cosa que contribuya a superarse, hace sentirse muy vivo, además de segregar endorfinas”, aconseja la psicóloga Araceli Medrano.

http://magazine.lavanguardia.com/salud/psicologia/reportaje

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